20/10/2018
El parque automotor que circula a Gas Natural Comprimido en Córdoba es uno de los más grandes del país. Pero las instalaciones de estos equipos no siempre se realizan de manera correcta y representan un peligro latente para los conductores de esos autos y también para otras personas.
Según un informe elaborado por Opus Inspection, empresa a cargo de los tres talleres oficiales de Inspección Técnica Vehicular (ITV) que funcionan en la ciudad de Córdoba, en apenas un año más de 6.500 vehículos fueron detectados con fallas graves de instalación de los equipos de GNC.
La estadística indica que entre marzo de 2017 y abril de este año, 6.531 automotores fueron observados o directamente rechazados en los controles de ITV por este motivo. “Hemos intensificado la inspección de los equipos de GNC porque cuando nos hicimos cargo de los talleres nos encontramos con fallas realmente peligrosas”, le dijo al diario La Voz, Inti Manuel Smith, director técnico de los talleres de ITV.
Aunque no fue la más recurrente, una de las fallas más riesgosas fue la falta de altura mínima entre el tubo de gas y el suelo, que por normativa del Enargas (NGA 416) debe ser, como mínimo, de 20 centímetros. “Es el problema más grave. Detectamos autos con una altura menor a los 10 centímetros, lo que implicaba que los tubos directamente raspaban contra el asfalto ante cualquier imperfección de la calle”, explicó Smith.
Otra de las fallas peligrosas encontradas fue la insuficiente falta de fijación de los tubos de gas al chasis de los autos. Según la normativa nacional, deben estar fijados con planchuelas robustas y en una cuna homologada. Lejos de ello, muchos coches presentaban fijaciones con flejes de chapa de escaso espesor y bulones sin trabas.
También se encontraron muchos tubos colocados debajo del auto, buscando ganar espacio libre en el baúl, aunque por norma determinados vehículos no pueden llevarlos allí. Este incumplimiento se detectó fundamentalmente en taxis y remises.
Otra falla repetida fue la detección de tubos pintados de negro, cuando deben ser totalmente amarillos para permitir, ante un siniestro, su fácil y rápida identificación por parte de bomberos y personal de ambulancias.
“La mayoría de las fallas de instalación que encontramos están tipificadas como ‘graves’, lo que implica que el auto no puede pasar el control de ITV y debe replantear la instalación para poder conseguir la oblea”, explicó el responsable técnico de los talleres.
Según Smith, la detección de tal cantidad de fallas de instalación se relaciona con la proliferación en los últimos años de talleres clandestinos de conversión de vehículos a GNC. Y también por la falta de controles más rigurosos por parte de los talleres encargados de la inspección anual y de la renovación de las obleas.