Pese a que el costo sigue por encima de lo que sale el gas natural, lo hacen para controlar el gasto del insumo.

 

Muchos bonaerenses están volviendo al uso de la garrafa ante el temor de que las facturas de gas natural sean impagables. Diferentes distribuidoras de gas envasado señalaron un incremento en los pedidos y en la venta de garrafas.
“Hay gente que deja el gas natural y opta por la garrafa, aunque el 90 por ciento de nuestros clientes son de zonas a dónde no llega la red de gas natural”, contó el empleado de una planta de envasado de gas licuado.
En otro comercio de venta de gas envasado notan que la vuelta a la garrafa se da -entre otros factores- porque la brecha de los precios entre el gas natural y el que ellos venden ya no es tan grande. Y aseguran que es notorio el repunte de la actividad.
“El mercado aún no tira porque hay temperaturas altas, pero la gente grande es la que no está dispuesta a pasar frío y la que más consulta por los precios de los envases para poder prender alguna pequeña pantalla. Buscan alternativas accesibles a su realidad económica”, apuntó un distribuidor que lleva 25 años en la actividad.
Otro indicador del repunte de la actividad en ese comercio es que mientras el año pasado vendían una media docena de envases, en la actualidad esa cifra trepó a 30.
“Siempre el gas envasado fue más caro por la cantidad de intermediarios que tiene antes de llegar al usuario, pero muchos vecinos, aún con la posibilidad de instalar el gas natural, lo piensan dos veces porque es mucha la inversión que hay que hacer y no se amortiza en dos o tres años; ya no hay tanta diferencia con el precio de la garrafa”, concluyó el comerciante.