20/01/2022

Los actores del mercado chileno de GLP se están preparando para una prolongada discusión en el Congreso sobre un nuevo proyecto de ley que reformaría la normativa del sector y que ha generado gran resistencia en la industria.

La propuesta enviada a la Cámara Baja por los ministerios de Energía y Hacienda adopta muchas de las modificaciones planteadas hace unas semanas por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) luego de analizar el mercado local de gas en busca de posibles ineficiencias y prácticas anticompetitivas.
Lipigás, uno de los tres mayores participantes del sector junto con Gasco y Abastible, dijo a BNamericas en un comunicado que no está de acuerdo con varios aspectos de los planteamientos de la FNE, especialmente la prohibición de las distribuidoras mayoristas de participar directamente en el mercado minorista.
“Le manifestamos a la FNE que asegurar que los pequeños distribuidores sean multimarca podría ser una buena medida”, indicó Lipigás en referencia a un punto de la legislación propuesta. Actualmente las marcas mayoristas pueden firmar acuerdos de exclusividad con las distribuidoras minoristas. Sin embargo, la empresa cree que la FNE no evaluó adecuadamente los efectos de la otra medida principal: sacar a las tres distribuidoras mayoristas del mercado minorista, que quedaría solo para las pequeñas distribuidoras.
La FNE “omitió los antecedentes aportados por Lipigás que demuestran que su distribución directa de gas, donde no hay terceros que marginen adicionalmente, es más eficiente, entrega un mejor servicio y ofrece precios más bajos que los actuales distribuidores minoristas [independientes]”, señaló la empresa.
En otro comunicado, la compañía agregó que esperaba que prevaleciera la discusión técnica al momento de debatir los méritos de la propuesta legislativa.
Mediante inversiones realizadas en los últimos cinco años, Lipigás ha hecho crecer rápidamente su negocio de venta minorista directa, que concentra hoy el 60% de sus ventas de cilindros, dijo la compañía. Y no está sola en esta batalla: tanto Gasco como Abastible, principales competidores de Lipigás, han planteado que la medida eliminaría muchos de los beneficios de contar con la exclusiva red de distribución que han construido en los últimos años. Estos beneficios incluyen la capacidad de ofrecer descuentos, certificar precios y garantizar que los cilindros lleguen rápidamente a los hogares.
“Creemos que es posible una baja en el precio del GLP, pero las recomendaciones de la FNE van en el sentido contrario”, advirtió la empresa. En su lugar, Lipigás sugiere establecer un fondo de estabilización de precios para el gas natural, similar al que tiene el país para la gasolina a través de su mecanismo Mepco. Este ajusta los impuestos para contrarrestar los efectos de las variaciones de los precios internacionales y se aplica al gas natural y al GLP utilizados en vehículos, además de a la gasolina y al diésel.
Hasta ahora uno de los grandes escollos en la discusión ha sido la afirmación de la FNE de que, de adoptarse sus recomendaciones, los consumidores pagarían US$181 millones anuales menos por GLP, el equivalente a un 15% de las compras totales. Según el organismo, esto se debe a que las condiciones de falta de competencia en el mercado no presionan a las distribuidoras mayoristas a traspasar adecuadamente los ahorros de costos a los consumidores finales.
No obstante, las empresas rechazan esta afirmación. Según Lipigás, la metodología de la FNE para estudiar el mercado tiene fallas profundas y sobreestima por completo las ganancias percibidas en el negocio de distribución de GLP.
“Al calcular el margen de la industria, la Fiscalía Nacional Económica simplemente eligió cuáles costos considerar y cuáles no, entre todos los antecedentes que le entregamos. Así llega a supuestos sobreprecios de 15%, que no son reales. Acá no hay sobreprecios, al menos en el caso de Lipigás”, aseguró la empresa.